Cómo empezar a hacer deporte

Cómo empezar a hacer deporte: Lo más importante para empezar algo y no abandonarlo

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Son muchas las personas que pagan la cuota del gimnasio o de una actividad deportiva y a las pocas semanas abandonan la práctica. El abandono o la falta de hábito es un problema para aquellos que quieren mejorar su estilo de vida pero que ven cómo, año tras año, siguen mu gimnasio y lejos de sus objetivos. En el artículo de hoy te voy a contar el porqué del abandono y cómo evitarlo. 

La adherencia es lo más importante al empezar a hacer deporte

Como entrenador y nutricionista mi trabajo en ambas disciplinas es, principalmente, el de conseguir que las personas hagan lo que creo que es más conveniente para ellos, como decía un profesor mío “es mejor una dieta mediocre que se sigue, que la dieta perfecta que no se empieza y esta regla se puede aplicar también al entrenamiento. 

Muchas personas sedentarias o novatas me hacen siempre la misma pregunta, “¿cuál es el mejor deporte para perder peso?” y mi respuesta siempre es la de hacerles entender que no existe una actividad que sea la mejor para todos sino que hay que encontrar aquella que mejor se adapte a cada persona, pues al principio lo más importante es crear el hábito. 

Os pongo un ejemplo para que lo entendáis, imaginad que buscáis en internet cúal es el deporte que quema más calorías y os sale que son el boxeo, las pesas rusas y el salto de comba, ahora cogéis y os apuntáis a boxeo y de paso os compráis una pesa rusa y una comba pero os dáis cuenta de que ninguna de esas actividades os gustan. Al final, a pesar de que los estudios demuestran que son las actividades energéticamente más demandantes, a vosotros no os sirven para nada. 

En estos casos, lo mejor que puedes hacer es pensar qué actividades podrían adaptarse mejor a tus circunstancias personales (horarios, tiempo y días disponibles, nivel de forma física, gustos, localización de la actividad o precios) y probar una semana en cada una para poder quedaros con la que más os guste. 

Una vez que pase el tiempo y hayas conseguido adherirte a ese nuevo hábito de ir 1 o 2  veces por semana a tu sesión, entonces podrás plantearte subir de nivel y aumentar el número de días o cambiar a alguna actividad más exigente. Quizás ese sea  el momento de ponerte los guantes y darle al saco. 

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La tasa mensual de abandono en los gimnasios españoles ronda el 10%.

Progreso y paciencia son dos aspectos clave

Otro de los errores más típicos que me encuentro es el concepto que tienen muchas personas novatas o sedentarias sobre la dosis de ejercicio mínima necesaria que hace falta para obtener resultados. Solemos pensar que si no caminamos un mínimo de 10.000 pasos por sesión o si no entrenamos 5 días a la semana el esfuerzo invertido no servirá para nada, como si hubiese una delgada línea mágica e invisible en esas cifras que separa el éxito del fracaso. 

Esto no tiene sentido y menos en personas que no han hecho deporte nunca, pues si se ponen unas metas iniciales demasiado exigentes van a sufrir en exceso y no van a disfrutar de la actividad. 

Al principio es importante tener paciencia pues hasta los deportistas profesionales al inicio de la temporada empiezan con sesiones más suaves y con el paso de los días y semanas van aumentando progresivamente la carga. 

Por otro lado, plantear metas iniciales muy pequeñas e incluso que rocen lo absurdo es bastante útil porque reduce la ansiedad pre-esfuerzo y además nos motivan a empezar a hacer ejercicio más que si tenemos a la vista un entrenamiento o práctica muy exigente. Por ejemplo, no sería ninguna locura que si llevas meses de sedentarismo empezaras por  4 flexiones y 5 minutos de caminata, seguro que esto te parece tan asequible que no tendrás excusas para posponerlo y, además, una vez que te pongas, seguro que salen algunas flexiones más y algunos minutos extra andando. 

El deporte como fin no como medio

Por último es fundamental dejar claro que todo lo que hagamos tiene que tener una motivación intrínseca y no ajena a la actividad, con esto me refiero a que cuando hagas un entrenamiento o elijas una actividad, debes pensar en que te aporte felicidad y bienestar durante su transcurso y no en los resultados que te ofrecerá en un futuro. 

Por esto mi consejo final es que empieces a pensar en pasarlo bien en dicha actividad y olvidarte de las mediciones de peso y calorías quemadas. De esta manera tendrás una adherencia absoluta y no habrá motivos para abandonar la práctica deportiva nunca.

Licenciado en Ciencias del deporte, grado en Nutrición Humana, Entrenador de Triatlón Nivel III Página Web: http://www.simplyhealth.es/

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