Rendimiento

Dolor óseo y triatlón: lo que deberías saber

7 marzo, 2022 8 minutos

El triatlón es un deporte exigente lo que hace que todos sus practicantes estén expuestos, en algún momento de su carrera deportiva, a algún tipo de lesión. Dentro de todas las lesiones que puede acarrear el triatlón, las lesiones óseas pueden ser de las más molestas e incluso las más graves. En el artículo de hoy hablaremos de los diferentes dolores y lesiones óseas y cómo prevenirlas.

Tipos de lesiones óseas

Hay 4 tipos principales de lesiones óseas ordenadas de más a menos graves, las fracturas o fisuras por traumatismos, los arrancamientos óseos, las fracturas por estrés y las inflamaciones del tejido óseo y circundante de las cuales la más famosa es la periostitis.

No vamos a abordar el tema de las fracturas y fisuras por traumatismos directos debido a que estas son, en la mayor parte de las veces, fruto de la mala suerte y, por ello, difíciles de prevenir. Tampoco hablaremos de los arrancamientos óseos pues, en el caso del triatlón, son muy poco comunes. Suelen ser más comunes en deportes explosivos como sprints, rugby, artes marciales o deportes de fuerza.

Las lesiones que sí vamos a explicar y entender cómo prevenir son los problemas de impactos repetitivos y contínuos que producen un estrés que el hueso no puede soportar y, con el paso del tiempo, acaba produciéndose una lesión incapacitante.

A diferencia de una fractura por impacto, las fracturas por estrés empiezan con dolor óseo, inflamación o incluso periostitis y acaban degenerando en una auténtica rotura de la continuidad física del tejido óseo.

En algunos casos, una fractura de estrés latente puede, en un momento dado, materializarse en forma de fractura aguda sin necesidad de haber sufrido un golpe violento, como le ocurrió al futbolista David Villa y su fractura de tibia simplemente al frenar tras un sprint.

El dolor óseo y las fracturas por estrés

Para entender el dolor óseo y el mecanismo de lesión, primero conviene explicar cómo es el hueso y cómo se regenera. A nivel microscópico los huesos están formados por trabéculas que son como una especie de mallas de tejido sólido que dejan millones de huecos haciendo que nuestro esqueleto sea fuerte pero ligero con todas las ventajas evolutivas que ello conlleva.

Podemos decir que nuestros huesos tienen la misma estructura que la Torre Eiffel. Además esto hace que tenga capacidad de amortiguación y flexibilidad.

A esto hay que añadir que el hueso es un tejido muy vivo, lleno de vasos sanguíneos y en continua remodelación, pues todos los días se destruyen y generan nuevas células óseas. El problema viene cuando se destruyen más rápido de lo que se regeneran como ocurre durante la menopausia o con el exceso de impactos deportivos.

El dolor óseo es el principio de la lesión, si hay dolor probablemente haya una inflamación por pequeños traumatismos y, si esto va a más, podemos pasar de sentir dolor al hacer deporte a sentirlo en todo momento como ocurre en el caso de la periostitis avanzada. En caso de no parar la actividad deportiva, el hueso podría llegar a romperse.

Cómo prevenir el dolor óseo y las lesiones relacionadas: 7 consejos

Entrena con cabeza, no vayas siempre al máximo y ten en cuenta los días o semanas de descarga.
Descansa lo necesario, dormir mal y poco es fuente de lesiones y otros problemas ya que durante el sueño nocturno se produce la reparación de los tejidos.
Aliméntate correctamente, no te pases con el sobrepeso pero cuidado también con comer poco, perder masa muscular y quedarte muy delgado.
Si eres vegano ten en cuenta que tus aportes de calcio están muy limitados y que quizás deberías consumir un suplemento.
El hueso no está solo hecho de calcio, otros minerales como el magnesio o el fósforo son fundamentales, así como la vitamina D, la vitamina K y el colágeno.
El sol es nuestra mayor fuente de vitamina D, intenta tomarlo todo el año y tendrás unos huesos fuertes.
El entrenamiento de fuerza es fundamental, las tensiones creadas en la sala de pesas hace que los tendones generen fuerzas mecánicas que obligan al hueso a crecer y hacerse más denso.