Reloj para Triatlón

En qué te debes fijar para elegir un buen reloj para triatlón

8 minutos

Tener un buen reloj para triatlón es fundamental porque, como se suele decir, lo que no se puede medir, no se puede controlar y lo que no se puede controlar, no se puede mejorar. Además de que los datos son una de las cosas que más nos gustan a los triatletas. ¡y, anda que no son capaces de recopilar datos de estos nuevos cachivaches electrónicos!

Como ya tienes un artículo en el que te detallo el proceso y aspectos clave a la hora de elegir un buen reloj para hacer deporte, en este caso voy a ser mucho más escueto y conciso y me voy a centrar en las particularidades que considero más importantes. Huelga decir que, todo lo que te comento en el otro artículo es de aplicación directa también a este caso particular que vamos ver ahora.

Cómo elegir un buen reloj para triatlón, en qué debes fijarte

Como siempre, el primer paso es identificar y establecer con claridad qué necesitas que tenga el dispositivo electrónico en cuestión y, cuando tengas eso bien claro, ya puedes comenzar a buscar cuál es el que mejor se adecúa a esos requisitos y necesidades.

Aunque podrías hacerlo todo con un único dispositivo electrónico que, al final, es el que vas a llevar continuamente puesto en la muñeca (posiblemente incluso en el día a día), es más que recomendable que para la bicicleta uses un ciclocomputador. A este tema también le dediqué un extenso y detallado artículo en el que daba las principales pautas para elegirlo adecuadamente.

También podrías sobrevivir perfectamente con un simple cronógrafo como hacíamos la mayoría hace no tanto pero creo que, en los tiempos que corren, un buen reloj para triatlón debe incluir, al menos, una herramienta de medición del pulso, de seguimiento de la posición y que pueda conectarse con otros dispositivos como el teléfono, potenciómetro, etc. Amén, obviamente, de que esté enfocado al multideporte, que sea sumergible, que tenga una mínima plataforma de análisis de datos por detrás (o que se pueda conectar a ella), etc.

En principio, la mayoría de los dispositivos actuales de gamas medias ya realizan unas mediciones de posicionamiento más que decentes por lo que no lo consideraría un factor determinante a la hora de optar por unos o por otros. Consejo: No te empeñes en buscar la precisión absoluta en la medición de distancias y ritmos porque es tecnológicamente imposible además de que, aun siendo posible, la dependencia de las condiciones externas hace que pueda variar. Por lo tanto, puedo asegurarte que no merece la pena perder el tiempo en desviaciones que, en muchos casos, no llegan ni al 1%.

Si abordamos el tema de la medición del pulso, hay que saber que los sensores integrados solo te van a dar una estimación y, aun utilizando bandas pectorales o de las que se colocan en brazo o antebrazo, las medidas van a seguir siendo meras estimaciones, por muy precisas que sean. Además, parece que, gracias a los avances en la estimación de la potencia (en bici o corriendo), el pulso ya no se considera tan crítico como antes.

Por lo tanto, empezaría a mirar entre los dispositivos de las gamas medias de cualquiera de las marcas habituales que están en boga hoy en día (porque todas tienen muy buenos cachivaches), asumiría que tiene lo básico que vas a necesitar y me centraría en ir dando “puntos extra” en el caso de que disponga de funciones como el barómetro que permite mejores estimaciones del desnivel, mayor duración de la batería, más posibilidades a la hora de configurar lo que se muestra en pantalla, que sea capaz de reproducir música (no me convence porque devora la batería), que incluya mapas, calidad de la correa, etc.

Sí debes prestar mucha atención a los aspectos que puedan ser excluyentes como, por ejemplo, la conectividad ANT+ que puedes necesitar para vincularlo con tu medidor de potencia de la bicicleta y que no tienen todos los dispositivos, que tenga una duración de la batería superior a las horas que inviertas en tus salidas o competiciones (ojito sobre todo si haces triatlón de larga distancia)…

Aparte de todo esto, pues lo de siempre: cuanto más ligero y pequeño, mejor (siempre que tenga una pantalla suficientemente grande, claro), temas de diseño que, para algunos, es determinante…

Mención aparte, el precio porque, no siempre lo más caro es mejor ni lo más barato, peor, menos aún, en un mundillo como el de los relojes para triatlón, que evoluciona a un ritmo endiablado y que tiene una competencia feroz. Esto implica que los dispositivos tienden a bajar de precio con relativa rapidez. Por ello, generalmente recomiendo optar, no por la ultimísima novedad, sino por alguna de las “penúltimas” porque, estando aún plenamente vigentes (posiblemente no tengan ni dos años de vida en el mercado), puedes encontrarlas a precios notablemente inferiores (incluso a la mitad de precio).

Especialista en análisis de material deportivo

Deja un comentario

Todavía no hay ningún comentario en esta entrada.

Quiero suscribirme al blog Más que triatlón