¿Tabla de entrenamiento o planificación del entrenamiento?

Las tablas de entrenamiento son un término ampliamente usado en el mundo del deporte y en concreto en el sector del fitness y el culturismo. Cuando nos referimos a una tabla de entrenamiento hablamos de una hoja o plantilla sencilla en la que se explican las pautas para un entrenamiento en concreto. El problema de estas tablas es que no suelen estar adaptadas al deportista en cuestión y que son excesivamente simplistas y repetitivas Por ello, la gente que empieza con este tipo de pauta no consigue avanzar mucho y acaba frustrándose. 

Por suerte, en los últimos años, las ciencias del entrenamiento han evolucionado considerablemente y cada vez son más los entrenadores que se preocupan por sus deportistas y les ofrecen un entrenamiento individualizado basado en una programación adecuada y no una plantilla que parece la lista de la compra. En el artículo de hoy te vamos a explicar los aspectos básicos que conforman una programación. 

Objetivos

Necesitamos un propósito o meta para saber cómo enfocar el largo viaje que puede suponer preparar un reto deportivo. Los objetivos pueden ser genéricos o específicos y deben seguir una serie de normas para que sean fáciles de conseguir. 

• Específicos: Debe estar claro lo que queremos, por ejemplo, conseguir correr los 5 km de un triatlón sprint en menos de 20 minutos. 
• Medibles: Un objetivo como querer nadar más rápido es algo tan ambiguo y subjetivo que no nos llevará a nada, mejor sería plantearnos algo como bajar el ritmo del 100m en un test de 1000 unos 4 segundos. 
• Alcanzable: En este sentido debemos ser realistas y ser conscientes a la vez de nuestras posibilidades y limitaciones, quizás si nos sobran 15 kg de peso y pasamos los 50 años pretender correr por debajo de 4 minutos el kilómetro puede ser poco realista, o no, ¿quién sabe?
• Relevante: Los pequeños objetivos deben estar alineados con el objetivo principal, no tendría mucho sentido que un triatleta élite se propusiera como objetivo secundario tener unos bíceps de 40 cm o ser capaz de hacer 25 dominadas. 
• Temporal: Debe tenerse en cuenta el periodo de consecución de objetivos pues quizás sí seas capaz de nadar 100m en menos de un minuto de aquí a diez años, pero quizás ocho años antes de llegar a dicho objetivo te aburras y abandones. 

Evaluación inicial

En la evaluación inicial debemos tener en cuenta algunos aspectos como la composición corporal y el peso del que partimos, el estado de forma inicial e incluso los aspectos personales y de horarios que tiene todo deportista no profesional. 

Es importante alinear los objetivos con el estado inicial, por ejemplo, si mi composición corporal al inicio no es adecuada porque me sobra algo de peso o grasa podemos proponer como objetivo secundario el hecho de mejorar este aspecto. 

El estado de forma podemos medirlo con test físicos e incluso con un reconocimiento médico, algo aconsejable para cualquier deportista sin importar el nivel o la edad. 

Es importante hacernos una prueba de esfuerzo o al menos una revisión médica antes de comenzar la temporada. 

Periodos

La planificación de un deportista es una hoja de ruta, es como el planning que uno realiza antes de comenzar un gran viaje y no debe dejarse nada a la improvisación. 

¿Te imaginas querer hacer un viaje de Madrid a Sidney sin saber cuál es la fecha de salida, sin ver las escalas aéreas que vas a hacer, ni la hora a la que llegarás, ni siquiera si tendrás hotel o billete de vuelta? Nadie en su sano juicio haría un viaje así, pues con el entrenamiento ocurre lo mismo, debemos planificar periodo a periodo, mes a mes y semana a semana en base a los objetivos planteados al principio. 

Para ayudarte con esta cantidad de aspectos a tener en cuenta, la figura de un entrenador, un grupo o un equipo de triatlón se vuelve fundamental. En este sentido es preferible no ser autodidacta. 

“El que es a la vez deportista y entrenador de si mismo tiene a un idiota como cliente”

Educación del deportista

Atrás quedaron los años en los que el entrenador parecía un auténtico sargento dando órdenes estrictas a sus deportistas que aceptaban de forma estoica lo que fuese necesario por tal de conseguir sus objetivos. Hoy en día la figura del entrenador es más la de un líder que muestra el camino a sus deportistas que la de un sujeto que solo da órdenes. 

A su vez los deportistas tienen el deber de saber por qué se hacen las cosas. En mi experiencia los deportistas más implicados en la teoría del entrenamiento son los más fáciles de entrenar y de los que más podemos aprender los demás. 

El entrenador debe ser también un educador y no solo una figura dictatorial. 

Enrique de Gomar

Licenciado en Ciencias del deporte, grado en Nutrición Humana, Entrenador de Triatlón Nivel III Página Web: http://www.simplyhealth.es/