El peso corporal es un factor muy importante para los atletas. De hecho, no se trata simplemente del peso, sino de qué lo constituye. Dado que no podemos modificar el peso de los huesos o los órganos, lo que nos interesa es saber cuánto músculo y cuánta grasa contiene nuestro cuerpo, para poder adaptar nuestra dieta y nuestro entrenamiento, y conseguir mejorar nuestras prestaciones. Una báscula de bioimpedancia nos ofrece una solución rápida y práctica para descubrir ese dato, y muchos más.
¿Qué es la bioimpedancia, y cómo se mide?
Nuestro cuerpo es un elemento conductor, y el grado en el que conduce la electricidad se expresa en resistencia o impedancia, dos términos muy relacionados. La bioimpedancia indica la resistencia que opone nuestro cuerpo a las corrientes eléctricas.
¿Entonces, cómo puede la bioimpedancia revelarnos el porcentaje de grasa que tiene nuestro cuerpo? Básicamente, porque la impedancia está relacionada con el contenido de agua de nuestras células, que varía en función del tipo de tejido. Como la grasa contiene menos agua (alrededor del 10%) que los músculos (cerca del 75%), la bioimpedancia de la grasa es mayor.
Para medir la bioimpedancia, se aplica un voltaje eléctrico muy bajo (tan bajo que ni siquiera lo notas) entre dos extremidades del cuerpo, y se mide la corriente que deja pasar. Cuando te subes a una báscula de bioimpedancia para pesarte, como solo tiene contacto con la suela de tus pies, la corriente entra por un pie y sale por el otro.
¿Qué datos me proporciona la báscula de bioimpedancia?
La báscula de bioimpedancia no solo indica el peso y el porcentaje de grasa corporal. Muchos modelos también revelan parámetros como dónde se sitúa la grasa (abdominal, subcutánea), el contenido de agua (algunos incluso del agua dentro y fuera de las células), el peso de tus huesos y músculos, el índice de masa corporal, la tasa metabólica basal, y otros. La mayor parte de estos datos no son parámetros que utilizamos todos, pero pueden resultar interesantes para gente más experta. Además, no te hará falta apuntar nada en una hoja de papel, sino que todo pasa a través de tu smartphone, incluso se puede sincronizar con las aplicaciones más comunes como Google Fit, Apple Health y otras.
¿Son precisas estas medidas?
Además de ser bastante asequible, la báscula de bioimpedancia es muy sencilla de utilizar. Desgraciadamente, eso tiene un precio. En términos estrictos, no es un instrumento científico, sobre todo por su principio de funcionamiento: la báscula calcula la bioimpedancia y el contenido de grasa corporal, basado en la corriente que pasa entre una pierna y la otra, pero no en la parte superior del cuerpo. Existen monitores de bioimpedancia que miden entre las dos manos, pero esos no incluyen las piernas, ni indican el peso. Y, como no todos los cuerpos acumulan la grasa en el mismo sitio, eso puede resultar en valores poco precisos. En este sentido, el mejor enfoque que puedes dar a este instrumento es tomarte las medidas como valores relativos: en vez de fijarte en los números absolutos, miras si suben o bajan, tanto en el porcentaje de grasa como en los otros parámetros que mide tu báscula. Obviamente, ese razonamiento no vale para el peso corporal total, que sí que se mide con buena precisión.
Algunos consejos para sacar el mayor rendimiento de la báscula
Para minimizar las imprecisiones a la hora de medir tus características, existen algunas pautas que deberías seguir, principalmente relacionadas con el ciclo diario que tiene tu cuerpo. Como la bioimpedancia se mide en buena parte a través del contenido de agua de tu cuerpo, es importante:
- No pesarte nada más levantarte, porque tu cuerpo se deshidrata durante la noche.
- No pesarte justo después de entrenar, por la misma razón, y porque no terminas cada sesión de entrenamiento con el mismo grado de deshidratación.
- No pesarte justo después de comer.
- No pesarte cuando estás mojado. El agua en tu piel también afecta la resistencia a las corrientes eléctricas.
Medir es saber, y con los avances tecnológicos, es cada vez más fácil conseguir información sobre el estado de tu cuerpo. Sin embargo, hay cierto riesgo de obsesionarse con los números, pensando que son infalibles, y de dejar de escuchar nuestro cuerpo y nuestra intuición. Pero, si eres capaz de relativizar la importancia de las cifras, y ponerlas en el contexto correcto, la báscula de bioimpedancia puede ser un buen aliado para preparar tus retos de la mejor manera posible.
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